jueves, 28 de octubre de 2010


Practicaba una filosofía exacerbada de la acción.

Envidiaba a Sísifo más que a nadie.

Lo envidiaba precisamente porque no creía en los viejos mitos.

La historia está siempre escrita por el poder, y los mitos debían de ser una especie de código jurídico de andar por casa, que servía de amenaza.

¿Hombre abatido u hombre luchando por llegar a la cima?

Alguien dijo que lo que hacía libre al hombre era su obstinación por luchar contra el propio destino.






La situación es jodida pero la situación es.










"Una mano llega hasta él desde el exterior: una sucia mano, que se retira ante la indignación. Pero no sin antes disparar desde sus tentáculos, inyectando en la esfera hilos negros que se expandirán a lo largo del tiempo"


Hay algo que siempre escapa.









Mundos, submundos y realidad que escapa a nuestras manos de barro seco.

Trepar, cegarse con el sol de la cumbre y volver a caer. Volver a dormir o a despertar, ya no sé...





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