
Practicaba una filosofía exacerbada de la acción.
Envidiaba a Sísifo más que a nadie.
Lo envidiaba precisamente porque no creía en los viejos mitos.
La historia está siempre escrita por el poder, y los mitos debían de ser una especie de código jurídico de andar por casa, que servía de amenaza.
¿Hombre abatido u hombre luchando por llegar a la cima?
Alguien dijo que lo que hacía libre al hombre era su obstinación por luchar contra el propio destino.

"Una mano llega hasta él desde el exterior: una sucia mano, que se retira ante la indignación. Pero no sin antes disparar desde sus tentáculos, inyectando en la esfera hilos negros que se expandirán a lo largo del tiempo"
Hay algo que siempre escapa.
Mundos, submundos y realidad que escapa a nuestras manos de barro seco.
Trepar, cegarse con el sol de la cumbre y volver a caer. Volver a dormir o a despertar, ya no sé...